Invierte en Bolsa. Conquista tu Libertad.
Libertad, de la buena. Que tu nómina actual pague las facturas mientras tu dinero empieza a trabajar para tu futuro (y para que un día puedas mandar a paseo ese curro si te da la gana)
- ¿Aguantar un trabajo de mierda por miedo al despido?
- ¿No tener tiempo para poder reorientar tu carrera o dedicarte a lo que te gusta?
- ¿Tener que lastrarte financieramente porque se te ha roto el coche o la lavadora?
- ¿Tener una pensión que te dé para un paquete de pipas después de haber currado como un ne… necio toda tu vida?
No, gracias.
Puede que pienses que esto es imposible. O que necesitas ser un genio de las finanzas con tres másteres. O un lobo de Wall Street con corbata de Hermès y gomina hasta en las cejas…
Pues déjame decirte algo. Te equivocas. Existe una forma de invertir, una estrategia probada, que te puede ir generando ingresos pasivos y te acerca, paso a paso, a esa libertad que tanto anhelas.
Eso sí, no es un camino de rosas y no es para todo el mundo, pero es posible.
Y antes de explicarte en qué consiste esta estrategia, para que valores por ti mismo si se ajusta a tus necesidades. Te voy a decir lo que NO vas a encontrar aquí.
- La fórmula para hacerte rico en 24 horas (o en X meses). Si existiera, ¿crees que estaría en un blog gratuito? Venga ya.
- El nuevo Warren Buffett. No soy un gurú, no voy a ser el mejor inversor de la historia ni pretendo serlo. Mi único objetivo es ganar dinero y tener una vida mejor. Más libre.
- Trading en gráficos que parecen el electrocardiograma de un epiléptico. Yo no quiero jugar a la ruleta rusa con mi dinero, para eso me voy al casino que al menos me puedo tomar un whisky.
- La CriptoGilipollez de la semana que te va a llevar "To The Moon". Pero que, la mayoría de las veces, acaba "To The Ground".
- Que te digan dónde meter tu dinero para que te olvides y luego no sepas ni dónde está. Si no estás dispuesto a pensar por ti mismo y a currártelo, esto no es para ti.
- Un camino de nubes de algodón sin esfuerzo, sin estudio y sin la más mínima responsabilidad. La libertad, colega, tiene un precio, y no se paga solo con dinero.
Crees que existe una solución o gurú que te ofrezca alguna de estas
cosas, no pierdas el tiempo aquí y pulsa Ctrl + W
en tu
teclado.
¿No le has dado? Bien.
Si es porque no te fías, cierra la pestaña.
Todos los días mando un mail. Sin chorradas. Cuento ideas claras sobre inversión, reflexiones sobre el mercado (desde el punto de vista de un inversor particular como tú), píldoras de educación financiera que le puedes sacar jugó de verdad, y alguna reflexión incómoda que se me pase por la cabeza. Si quieres forjar tu propio camino, aquí abajo te suscribes.
Si prefieres seguir buscando el pelotazo en gráficos que no entiende ni su madre o la nueva APPLE de Lituania, pues nada, sigue tu camino. Y suerte con tus inversiones.
¿Todavía no lo ves claro? No pasa nada, lo que viene ahora no es el típico refrito que encuentras por ahí.
Te voy a contar en qué se basa fundamentalmente mi estilo de inversión.
¿Qué es realmente toda esta movida?
Escucha, soy ingeniero. Y por suerte o por desgracia, desde hace un tiempo, curro por cuenta propia. Esto significa que si no muevo el culo, no como. Así de simple.
Y la cosa es que desde hace unos años, me picó el gusanillo de la inversión, de querer entender cómo coño funciona esto de que el dinero trabaje para ti y no solo al revés. (Seguro que tú también lo has escuchado un millón de veces).
Todo esto principalmente fue impulsado por una razón principal. Que no sé si sabrás, pero el tema de la pensión pinta feo, muy feo. Y si sigo como autónomo aún más.
Así que me propuse el objetivo de conseguir con mis ahorros una manera de no depender del estado para que me pague una paguita miserable por quitarme durante toda mi vida la mitad de lo que generó. Y además, me permitiera dormir tranquilo todas las noches, cual bebé koala.
Así que me puse a investigar, a leer como un poseso, a probar con mi propia pasta (y sí, alguna vez a palmarla, para qué engañarnos). He trasteado con algunas cosillas y he pasado de otras porque desde el principio ya no había ni por donde cogerlo. (Criptomonedas, los fondos indexados, trading, la cartera permanente…)
Y después de darle mil vueltas, de quemarme las pestañas y de filtrar mucho humo, he llegado a una conclusión que tengo más clara que el agua.
Existe una estrategia que, para mí, y me atrevería a decir que para la mayoría que busque libertad real a largo plazo, es la más sólida, la más coherente y, joder, la más satisfactoria.
No es la más rápida, que te quede claro. No es la que te dará chutes de adrenalina cual adolescente enganchado a TikTok haciendo bailes ridículos. Pero es la que, si tienes la cabeza bien amueblada y la paciencia de un monje shaolín, te puede llevar a donde de verdad quieres estar.
La estrategia en sí, muchos la conocen como Inversión por Dividendos. Pero no te quedes solo con el nombre, que la chicha está en cómo se aplica. Aquí te desgrano los 7 mandamientos en los que se basa este tinglado, al menos desde mi particular manera de implementarla:
- Entender qué es la Bolsa (y qué no es). Olvídate de la imagen del casino y los tipos trajeados gritando. La Bolsa, bien entendida, no es especular con precios como si apostaras al rojo o al negro. Invertir en Bolsa es convertirse en socios de negocios reales, empresas que fabrican cosas, que venden servicios, que generan beneficios. Compras una pequeña parte de esa empresa, ni más ni menos.
- Análisis fundamental de empresas. Este es el curro de verdad, el que el 99.99% de la gente se salta porque es más "aburrido" que ver crecer la hierba. Pero es ESENCIAL. Se trata de bajar al barro, ensuciarse las manos y aprender a destripar una empresa; mirar sus cuentas con lupa, entender su deuda, descubrir si tiene ventajas competitivas que la hagan especial, y si los que la dirigen saben lo que se hacen o son unos cantamañanas. En definitiva, saber qué cojones estás comprando antes de soltar un solo euro.
- Comprar bueno, bonito y (si puede ser) barato. No se trata de comprar a cualquier precio que encuentres por ahí. La idea es identificar empresas de calidad, negocios sólidos, y luego tener la santa paciencia de esperar a que el mercado, en uno de sus típicos ataques de pánico o pesimismo, te las ponga a un precio de risa. O al menos, a un precio que te deje un buen margen de seguridad para sacarle rentabilidad.
- "Buy and Hold" (Comprar y olvidarte... pero no exactamente). Una vez que has hecho bien tus deberes y has comprado una buena empresa a un buen precio, la idea es mantenerla en cartera a largo plazo y no venderla, como si fuera una propiedad en alquiler que te da rentas. Warren Buffett lo dice claro: "Nuestro horizonte temporal favorito para mantener una acción es para siempre." ¡Ojo!, esto no significa comprar a ciegas y no volver a mirar nunca más. Hay que seguir vigilando que la empresa no se tuerza, pero sin volverse loco, vaya.
- Los Dividendos. Tu parte del pastel. Esta es una de las claves. Las empresas sólidas y rentables suelen repartir una parte de sus beneficios entre sus accionistas. Esos son los famosos dividendos. Y la gracia está en que puedes usarlos para lo que te dé la gana; reinvertirlos para comprar más acciones, usarlos para cubrir tus gastos, darte un respiro. O quien sabe, algún día vivir de esas rentas.
- Interés Compuesto. La paciencia debe ser tu gran baza. El interés compuesto, reinvertir los dividendos para que generen más dividendos. Esa, esa es la verdadera gallina de los huevos de oro, pero solo funciona si le das tiempo, mucho tiempo.
- Paciencia y un par de pelotas (u Ovarios, según el caso). Porque el mercado, que es como un adolescente con cambios de humor; un día euforia, otro día crisis. Tu trabajo es mantener la calma, agarrarte fuerte a tu plan y no dejarte arrastrar por el pánico ni por la avaricia desmedida. Porque, como bien decía el viejo Buffett: "El mercado de valores está diseñado para transferir dinero del impaciente al paciente." Y te aseguro que en las grandes caídas es donde muchos tiran la toalla, mientras que los que tienen la sangre fría ven las verdaderas oportunidades.
Esta es la base. Simple en concepto, ¿verdad? Pues te aseguro que aplicarla con disciplina es un puto desafío. Requiere estudio, dedicación y, sobre todo, una mentalidad a prueba de bombas, como un refugio antiatómico para tu cerebro inversor.
Si has aguantado todo este sermón y, contra todo pronóstico, te sigue interesando el tema, te puedes suscribir aquí.
Y si no te interesa, si todo esto te suena a cháchara y sigues
buscando el pelotazo rápido... Pasa de mí y a otra cosa, mariposa.
(Recuerda. Ctrl + W
)
¿Sigues teniendo dudas?
Si todo esto te ha generado más preguntas que respuestas, o si simplemente quieres profundizar de verdad en esta estrategia y ver cómo puede encajar contigo.
A todos los que se suscriben a esta lista de gente que quiere salir de matrix, les mando una guía donde encontrarás lo siguiente:
- La píldora roja que me hizo entender qué es la Bolsa y cómo dormir tranquilo con mis inversiones.
- El porqué el interés compuesto y el dividendo son la verdadera gallina de los huevos de oro.
- Tu hoja de ruta para dejar de ser un espectador y convertirte en inversor particular.
- Y el punto clave, cómo desde el minuto uno la inversión en dividendos puede cambiar tu vida.
Ahora sí, por fin te dejo libre (de momento).
PD: Esta guía te da el punto de inicio para entender cómo invertir. El viaje lo haces tú. Con cabeza y con huevos (u ovarios).
PD: Como te he dicho antes, esto va de que cada uno se responsabilice de sus propias decisiones. Porque, spoiler. No soy el más listo de la clase, no tengo una bola de cristal y, por supuesto, también me equivoco como el que más.